Socios de la cooperativa Entrepatios inauguran las obras en el solar que compraron en el distrito de Usera, Madrid, hace más de tres años.
Público.es 08.10.2019
ENTREPATIOS
El camino no ha sido precisamente corto. De hecho, sigue quedando sendero mientras otros cuantos se preparan para empezar el viaje. Quizás por eso, Leo Bensadón, gestor de la iniciativa, recurra al lema “si quieres ir rápido, ve tú solo; si quieres ir lejos, ve en grupo”. Y ya son dos los grupos formados y un tercero en ciernes. Su objetivo: vivir en Madrid a un precio justo, en una vivienda a medida, totalmente ecológica y eficiente y sin miedo a subidas de precio. El modelo se llama cohousing, y no es nuevo, aunque escapar de la lógica del mercado inmobiliario y hacer entender este proyecto a la sociedad y las entidades bancarias que lo financian no ha sido precisamente un simple paseo.
El germen de la idea nació hace 15 años en el seno de un grupo de amigos comprometidos con los movimientos sociales, la autogestión y el medio ambiente y crítico con el modelo de ciudad imperante, individualista, mercantilizado, desigual y atomizante. Vivir en comunidad —que no en comuna— sin necesidad de comprar una casa o alquilarla al precio que marca el mercado, construirla desde cero, decidiendo los espacios comunes, diseñando en asamblea y atajando dos de los principales problemas de la urbe moderna: la accesibilidad a una vivienda en un contexto especulativo y la sostenibilidad medioambiental. En resumen, subvertir esa norma por la que un promotor construye edificios que luego se venden por partes a desconocidos con intereses diversos y que no han podido elegir más allá del color de las cortinas o el tamaño de la pantalla del televisor. “Aquí, le damos la vuelta, primero se forma el grupo que luego edificará sus casas y, sobre todo, sus patios. Sin habitantes no hay edificio”, sostiene Javier Pérez, funcionario de 34 años y socio de Entrepatios.