Navarra: Noáin plantea viviendas cooperativas sin ánimo de lucro

El proyecto propone un bloque con 28 pisos sobre un suelo que cedería Nasuvinsa

noticiasdenavarra.com  MIKEL BERNUÉS | MIKEL SAIZ – Jueves, 15 de Febrero de 2018 – Actualizado a las 06:01h

NOÁIN– Existe un trabajo previo de información, más de 80 personas interesadas en convertirse en cooperativistas y banca ética dispuesta a financiar la iniciativa. Y Nasuvinsa, la sociedad pública titular del suelo sobre el que se pretende actuar, está por la labor de fomentar formas alternativas de acceso a la vivienda. Todos los ingredientes están sobre la mesa; falta constituir la cooperativa y formalizar un convenio de cesión.

Javier García Roncal, Patxi Mateo y Ion Iñigo, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, llevan tiempo detrás de un proyecto cohousing, una cooperativa de vivienda en cesión de uso que elimina el lucro en el ladrillo. Esta manera de entender el hogar es habitual en países escandinavos y de centroeuropa, pero en el Estado se cuentan proyectos similares con los dedos de una mano. De momento ninguno en Navarra.

La institución, en este caso Nasuvinsa, cede el suelo -la ley marca un mínimo de 50 años y un máximo de 75-, y los cooperativistas ejercen de promotores y levantan su propio techo. Nunca son propietarios del suelo, que retorna a su dueño original finalizado el convenio con un edificio encima. Pero a cambio se ahorran casi el 30% de los costes de una vivienda habitual: el precio de ese suelo, un 17,5% del valor de la edificación según la valoración del Gobierno de Navarra, y el 11% que le correspondería al promotor. “El precio siempre estará por debajo de lo que supondría ese piso en régimen de alquiler VPO. Además obligatoriamente, porque así lo establece la ley”, concreta Patxi Mateo, la pata jurídica de este proyecto.

“Lo que nos atrajo en su día es que este modelo escapa de ese binomio de la vivienda, tipo venta o alquiler, que domina el mercado”, explica por su parte Alberto Ilundáin (Queremos Noáin), alcalde de la localidad. “Y vimos la posibilidad de participar desde el Ayuntamiento como cooperativistas en una participación. En la distribución del local se genera una bajera, que sería de uso municipal porque tenemos necesidad de locales para actividades. Vimos que ahí podíamos tener encaje, como coordinador de esa cooperativa y participante en ella”.

UN BLOQUE DE 28 VIVIENDAS

Siempre a expensas de las necesidades específicas de los futuros cooperativistas, sobre el terreno situado en la plaza de los Fueros se ha planteado en un estudio base de partida un edificio de planta baja más cuatro alturas (como los de alrededor), con 28 viviendas. Buscábamos un modelo que pusiera en valor las viviendas pequeñas, entrar en el mercado con algo que el mercado no ofrece. Ya no solo el modelo de cooperativa, sino en la tipología de viviendas. En base a eso se presentó un proyecto que contempla, en cada planta, un apartamento de 43 m2 con una habitación; dos de dos habitaciones de 61 m2, otros dos de 73 m2 y otros tres de 88 m2”, añade Ilundáin, que detalla que la intención municipal pasa por “ligar esta nueva generación del edificio, con unos acabados acordes a estos tiempos, con una nueva cobertura de envolvente térmica para toda la manzana”.

El espíritu cooperativista no termina con la construcción del edificio. La planta baja del mismo, además de albergar el local para usos del Consistorio, contemplaría una lavandería común para todo el bloque y una sala a modo de txoko o sociedad para que los cooperativistas puedan hacer vida juntos. La parte fundamental del proyecto existe, con más de 80 solicitudes para formar parte de esta cooperativa (“el interés ha superado cualquier expectativa”, dice Ilundáin), y ahora falta ponerse de acuerdo y formalizar el convenio.

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